martes, 22 de octubre de 2019

Cuantas veces sentimos que algo no funciona como debería en nuestra vida, que algo estamos haciendo mal. Que las cosas que planeamos no fluyen como quisiéramos. Cuantas veces al acabar el día tenemos esa sensación de vació que no compartimos con nadie. Cuantas...cuantas veces nos ocurre que sentimos en nuestro interior una alarma que nos esta gritando en forma de malestar, de ansiedad, de inquietud etc etc...que algo...algo no está bien. Pero no somos capaces de identificar el porque nos sentimos así. Como seres humanos buscamos la estabilidad en todos los aspectos de la vida, y psicologicamente nos creamos una zona de confort de la cual nos cuesta salir. Nos acomodamos a situaciones tanto internas como externas y nos cuesta mucho tomar conciencia de ese grito desesperado de alarma que proviene de lo más profundo de nuestra alma. Cuando nos desviamos del camino evolutivo que todos y cada uno de nosotros tenemos trazado el Alma grita, se queja y nos envía esos síntomas que en la mayoría de los casos no sabemos reconocer, no sabemos que nos pasa, y nos es mucho más sencillo buscar en el exterior algo que lo justifique. Y así focalizamos nuestro malestar en la familia, la situación económica y social, la pareja, el trabajo, los hijos, los padres... y hasta en el perro...cualquier escusa nos es buena para justificarnos, y culpabilizar a otros de nuestro malestar e infelicidad...nos aferramos a cualquier escusa para no cambiar nada y asi nos vamos saboteando y autolimitando a nosotros mismos. convirtiéndonos cada vez más en víctimas a la vez que creamos falsos verdugos a quienes nos rodean. El autosabotaje mental tiene tanto poder que somos capaces de crear diálogos repitiendo los una y otra vez como si fuera la estrofa de una canción....
- Si mis padres hubieran criado de otra forma, yo no sería como soy...
- Si mis hijos llenarán mis expectativas...
- Si mi pareja me quisiera como a mi me gustaría.
- Si mi trabajo fuera diferente. ..
Y asi un largo etc...de escusas vacías y sin sentido que nos hacen sentir bien en la posición de víctimas

Si tomamos conciencia y descubrimos con honestidad y coherencia el porque..Nos podemos encontrar con patrones de conducta muy arraigados en nuestro interior. No es lo externo lo que nos da malestar, es el miedo inculcado al cambio lo que en la mayoría de los casos nos paraliza. Es el miedo a liberar a todos los verdugos que hemos creado para autoprotegernos de nosotros mismos...porque inconscientemente sabemos que ese cambio lleva insplicito asumir la responsabilidad de nuestra propia vida...de nuestra felicidad e infelicidad.
No nos justifiquemos, ni nos saboteemos mas. Porque todos Venimos a aprender a ser felices, sean cuales sean las circustancias que hemos vivido...o que estemos viviendo...solo de nosotros depende el cambiarlas, asumiendo nuestra parte de responsabilidad del pasado sin juzgarlo ni condenarlo...y empoderarnos del presente y futuro tomando conciencia que nuestra felicidad, serenidad y evolución solo depende de nosotros.
No dejemos en manos de los demás nuestra mayor responsabilidad...ni queramos cargar con las responsabilidades que no nos corresponden. La paz interna ni es negociable ni es transferible...y en ella esta insplicita nuestra felicidad.